sábado, agosto 19, 2006

Un gato que juega con la nada


Había pensado que donde no hay nada, no hay nada, sin embargo además del cuidado análisis gramatical de esa frase ha sido mi gato ronco que le me ha persuadido de seguir consideranod nada a la nada. Porque donde yo veo nada, mi gato ve luz y sombras y también humo de un cigarrillo que se consume. Donde yo veo nada, mi gato araña los olores, mastica los ruidos y se estira muy orondo sobre los ecos que nadie escucha pero que siguen rebotando entre las paredes de la habitación. Donde yo juzgo nada mi gato pone la patita para atrapar las sensaciones, las huellas de los que ya pasaron, un pelo de otro gato que vino a bordo de la gabardina de un amigo.
Finalmente, donde yo escribo nada mi gato tacha de un zarpazo y pone "todo", incluso cuando terminé de releer La hija del espantapájaros, mi gato se recostó sobre el libro cerrado y ronroneó porque del otro lado, Loella malos pelos le hacía cosquillas entre las orejas.

1 comentario:

Fabián dijo...

ya lo dijo Borges, "Si viéramos realmente el Universo, tal vez lo entenderíamos."
Probablemente tu gato ronco, ya entendió.