jueves, agosto 31, 2006

Los 31 de Felinda

Hay días en los que Felinda anda medio rara, como perdida en sus propios pelos florecidos. Son especialmente los 31. Le agarra un no sé qué de paranoia de fin de la historia, todo le queda chico y el mate se le enfría o lo que es peor, se le acabó la Rosamonte. Además de la paranoia está el tema de la ansiedad, porque con eso de que se acaba el mundo los días 31 anda nerviosa hasta el atardecer, porque a ver si todavía es verdad y ese colectivo es el último que toma y ese mate que no tomó la última oportunidad; esos días se concentra en el recuerdo del sabor a mate y va así, con los ojos cerrados todo el camino.
Los 31 Felinda está callada también, demasiado ya le hablan sus neuronas florecidas (yo creo que el tema del cabello florecido le viene de ahí, de las neuronas digo) como para que se atreva a traducir lo que le comentan. Hace un tiempo, no mucho, todavía era 28, se le ocurrió que estaba llegando findemés (así, todo junto) y las neuronas dale que te dale a llenarle la cabeza con ideas más bien ochentonas, así que fue y se compró la ropa más extravagante que encontró en el desaparecido mercado de las pulgas y salió a la calle así, dispuesta a ignorar el qué dirán... ¡total, faltaban tres días para que se acabara el mundo! Pero resulta que el mundo no se acabó y al día siguiente fue primero y dos y tres. Felinda, confundida colgó los vestidos viejos en el ropero. Sospechamos de todas maneras que el próximo 28 la verán salir rumbo al trabajo con un sombrero de ala ancha que huele a rancio, unos zapatones verdes algo desvencijados y la cartera que perteneció a la tía abuela de la madre de un vecino; saldrá dispuesta a enfrentarse con el qué dirán... ¡total, el 31 se acaba el mundo!
Alguien tendría que decirle a esta tal Felinda que el mundo se acaba todos los días y que no le hacen falta teorías apocalípticas para ponerse la ropa que más le gusta.

1 comentario:

Fabián dijo...

Por suerte, hay solo 6 meses que tienen 31 dias. Y Setiembre no está entre ellos.
Igualmente, dejate puesto ese sombrero que bien lindo que te queda, joder!